NUEVO: REVISION 2013 MAPA RUIDOS CASTELLON

Está a exposición pública la revisión del plan acústico municipal de 2007. Consulta los documentos pinchando en este enlace.

sábado, 27 de febrero de 2010

La Justicia y el ruido

 

La Justicia y el ruido

ElFaroDigital - 23 de febrero de 2010  - Juan Fco. Vega Romero

Hace pocas semanas hemos asistido a una sentencia del Tribunal Supremo, en la que ratifica a una empresaria catalana de hostelería y ocio  a cinco años y medio de prisión, por un delito contra el medio ambiente por contaminación acústica, pero además, se ratifica por tan alta instancia por primera vez,  las lesiones ocasionadas a las víctimas que lo han sufrido.

JusticiaRuido

Para muchos puede ser exagerada dicha pena, pero si leemos el artículo 325 de nuestro Código Penal, expone que:


Será castigado con las penas de prisión de seis meses a cuatro años, muta de ocho a 2 meses e inhabilitación especial para profesión u oficio por tiempo de uno a tres años el que, contraviniendo las leyes u otras disposiciones de carácter general protectoras del medio ambiente, provoque o realice directa o indirectamente emisiones, vertidos, radiaciones, extracciones o excavaciones, aterramientos, ruidos, vibraciones, inyecciones o depósitos, en la atmósfera, el suelo, en los espacios transfronterizos, así como captaciones de aguas que puedan perjudicar gravemente al equilibrio de los sistemas naturales. Si el riesgo de grave perjuicio fuese para la salud de las personas, la pena de prisión se impondrá en su mitad superior.


El que dolosamente libere, emita o introduzca radiaciones ionizantes u otras sustancias en el aire, tierra o aguas marítimas, continentales, superficiales o subterráneas, en cantidad que produzca en alguna persona la muerte o enfermedad, además de una primera asistencia facultativa, requiera tratamiento médico o quirúrgico o produzca secuelas irreversibles, será castigado, además de con la pena que corresponda por el daño causado a las personas, con la prisión de dos a cuatro años.


Por lo tanto, los administradores de la justicia, se han limitado a aplicar nuestro código penal. Aunque ya en el 2004, el Tribunal de Estrasburgo de los Derechos Humanos condenó a España, y en concreto a los tribunales españoles, por no dar amparo a las víctimas del ruido, ya que se estaba violando los artículos 15 y 18 de la Constitución y dicha sentencia creó jurisprudencia en los tribunales españoles.


La palabra “crisis”, no debe de servir de justificación para que las nuevas o viejas actividades no cumplan con las normativas,  en esta ciudad estamos muy acostumbrados a observar cómo se abren locales sin ningún tipo de licencia, o poseyéndola ejercen otras distintas para la cual fue autorizado, causando molestias hasta altas horas de la noche.


Esta sentencia sin duda, va a preocupar a muchos que están acostumbrados a tener impunidad en sus negocios, a hacer lo que les vienen en gana, y como cómplices, algunos amigos funcionarios de las administraciones que los encubren siendo sus cómplices en algunos casos, pero por suerte, la justicia ya está actuando y hemos conocido casos de notoriedad pública.


El ruido puede considerarse sin ninguna duda como tortura y ya ha sido empleado en nuestros tiempos por los ejércitos, para tal fin, es utilizado como arma policial para disolver manifestaciones, se utiliza como arma para repeler la piratería en los barcos y para disuadir en las concentraciones de jóvenes el botellón.


Si observamos las encuestas, el tráfico es uno de los principales factores de contaminación, pero lo que no podemos es conformarnos sin más, si el tráfico contamina, pues se deberá asfaltar con asfalto poroso, regular zonas donde sean necesarias las reducciones de velocidad y que las alcantarillas, o los socavones que se tapan con una plancha de acero, pues habrá que reforzarlas con goma para que no suenen. Pero en mi opinión el problema que más afecta a la salud, son las actividades que ejercen sus labores en periodo nocturno, es un verdadero calvario que te toque un local ruidoso bajo tu casa, o que los motores de unas neveras no te dejen descansar por el ruido de sus motores, pero esto solo lo conoce quien lo pasa, los afectados, las victimas.


La cárcel no se le desea a nadie, pero está claro que las denuncias, las medidas cautelares y las sanciones, cuando las hay…., no sirven para nada, porque a veces esas sanciones son hasta ridículas y las administraciones, por desgracia, la mayoría de las veces, no hacen nada, por lo cual, casi todo terminará en los juzgados, donde el afectado pedirá su tutela, por lo cual se tendrá que rascar el bolsillo para hacer valer sus derechos, eso quien esté económicamente bien y en cambio, hay administraciones, que además, utilizaran el  dinero público, para ir en contra del propio afectado, en vez de defender sus derechos y hacer que se cumplan la leyes y normativas. Pero está claro que cuando se acude a la Autoridad Judicial, es porque la administración ha fallado y la justicia, de un tiempo a esta parte, está demostrando que es implacable con estos agresores medio ambientales. No es lícito enriquecerse a costa de la salud de otros.

Archena. Dos años de prisión tras 100 denuncias por exceso de ruido.

 

MURCIA

Dos años y medio de cárcel para los dueños de un bar por ruidos

La Audiencia confirma la sentencia del juez a tres propietarios de un local de Archena contra el que se presentaron casi 100 denuncias

LaVerdad - 25.02.10 -  EFE | MURCIA.

Seis vecinos tendrán que ser indemnizados con 10.000 euros por ansiedad y depresión

La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia dictada en abril pasado por un Juzgado de lo Penal que condenó a dos años y medio de cárcel a los tres propietarios de un bar ubicado en Archena contra el que se presentaron casi cien denuncias por exceso de ruidos que afectó a la salud de seis vecinos de la zona.

El tribunal de la Audiencia, en el que ha sido ponente el magistrado Juan del Olmo, ha desestimado el recurso presentado por los acusados, Emilia Ibáñez Carulla, Ascensión García Juárez y Sergio Ibáñez Mengual, y se ha mostrado contrario a pedir de oficio un indulto para ellos.

Comenta la Sala que «la pretendida solicitud de indulto parcial carece de razón alguna, especialmente cuando los acusados no han realizado comportamiento alguno dirigido a resarcir a los perjudicados ni a intentar disminuir los daños ocasionados o paliar los padecimientos de éstos».

La Audiencia respalda la declaración de hechos probados que fijó el Juzgado de lo Penal en la que consta que la Policía Local de Archena llegó a realizar 50 informes-denuncias por los ruidos del local, mientras que 38 vecinos presentaron otras tantas denuncias en el Ayuntamiento y en la Consejería de Medio Ambiente.

Se recogían también como hechos probados que «los acusados, durante los años 2003 hasta 2007, de forma consciente, reiterada y constante se dedicaron a poner música todos los días de apertura a unos niveles de potencia muy por encima de los permitidos».

Añadía que esta contaminación acústica, constitutiva de un delito contra el medio ambiente, fue la causante de los estados de ansiedad y de las depresiones sufridas por seis de los vecinos afectados, a cada uno de los cuales deberán indemnizar con 10.000 euros. Frente a lo alegado por los acusados en sus recursos respecto a que la contaminación acústica no era la causa de estas enfermedades, el tribunal señala que «la realidad es que la relación entre los ruidos provocados por el local denunciado, 'Fraggel Rock', y las lesiones que sufren es incontestable, como lo han acreditado psiquiatras y médicos forenses».

Síndrome de ansiedad generalizada, insomnio, trauma acústico crónico, estrés y depresión son las heridas de los vecinos que ya venían soportando las molestias de otro bar próximo, el Bucanero.

Hartos de que sus denuncias ante el Consistorio cayeran en saco roto, demandaron al Ayuntamiento por el silencio administrativo que mantenía sobre las órdenes de cierre del Fraggle Rock y la justicia -a través de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Provincial.

Fuentes judiciales indican que contra esta sentencia no cabe recurso alguno, por lo que los acusados «previsiblemente tendrán que ingresar en prisión».

domingo, 21 de febrero de 2010

De cornetas, tambores y otros ruidos urbanos

 

LA TRIBUNA

De cornetas, tambores y otros ruidos urbanos

DiarioSur - 18.02.2010

MANUEL CABALLERO-BONALD CAMPUZANO - MAGISTRADO

Hace pocos días salía a la luz mediática la decisión del Tribunal Supremo de condenar a la dueña de un pub de Barcelona por el ruido excesivo proveniente de su local, además de por un delito contra el medio ambiente, por tres delitos de lesiones, a la pena total de cinco años y medio de prisión. Tres años por el primer delito y seis meses por cada uno de los tres delitos de lesiones. Dicha sentencia venía a confirmar otra dictada por la Audiencia Provincial de Barcelona, de 2 de enero de 2009, en el mismo sentido. La novedad no es la condena por ruido excesivo, ya que hay numerosos casos de condena por delito contra el medio ambiente amparados en tales excesos acústicos, la novedad es que el Tribunal Supremo, además de considerar que estamos ante un delito contra el medio ambiente, estima que concurre un delito o delitos de lesiones por los quebrantos físicos y,-especialmente-, psíquicos ocasionados a los vecinos perjudicados por la bronca sonora.

De cornetas, tambores y otros ruidos urbanos

La denominada contaminación acústica produce mermas auditivas, hipertensión, insomnio, irritabilidad, vértigos, dolores de cabeza, depresión. y una irrefrenable pérdida de la confianza en la paz vecinal y urbana que todos vemos ya como algo prácticamente inalcanzable. También en Málaga y en España, pues, según la Organización Mundial de la Salud, el 70% de los españoles sufre niveles de ruido inaceptables, y nos corresponde la satisfacción de ser el país más ruidoso de Europa y el segundo del mundo, sólo superados por Japón. Me da la impresión de que en el país del sol naciente el ruido es más industrial y fabril que aquí, ya que el nuestro es un ruido diferente y autóctono, derivado de nuestra tradicional afición a la fiesta y al jolgorio que tan bien supo plasmar Antonio Machado (ya saben: pubs, salas de fiestas, botellones, verbenas, fiestas populares de todo pelaje , manifestaciones de protesta estridentes, coches-discotecas.).

Dice el Tribunal Supremo, apartándose de la tendencia judicial irrefrenable a retorcer el lenguaje como rango impostado de solemnidad, que hay que respetar 'el derecho a ser dejado en paz' o el 'derecho a la soledad, a la tranquilidad y a la paz familiar', por lo que debe protegerse a los ciudadanos frente a las emisiones sonoras, ordenando el cese de actividades, precinto de locales, indemnización de perjuicios y, en última instancia, condenando a los responsables como autores de un delito contra el medio ambiente y, ahora y además, de un delito de lesiones.

El ruido nos acompaña desde que nos levantamos, pero tan enojoso vecino se convierte en obsesión y veneno psíquico y físico en determinados supuestos extremos. Ahí están los vecinos del edificio Ipanema de Torre del Mar, en el entorno de la zona del Copo, centro neurálgico de la movida de dicha localidad, que consiguieron la condena judicial del Ayuntamiento de Vélez-Málaga a pagar una indemnización de 2.812.680 euros por daños y perjuicios ocasionados por el ruido, a razón de 156.000 euros para cada uno de los 18 vecinos que reclamaron; los vecinos de Puerto Marina, reunidos en una asociación de 'Vecinos Independientes Contra el Ruido' o los del Centro antiguo de Málaga por los ruidos soportados en zonas como Plaza Mitjana, calle Comedias o calle Beatas, centros neurálgicos de este mapa de ruidos malagueño.

Los ayuntamientos están obligados a garantizar, dentro de unos determinados niveles de sonoridad reglamentariamente definidos, la tranquilidad acústica de los habitantes de sus ciudades, dictando con tal fin los correspondientes reglamentos y ordenanzas. En Málaga contamos desde hace más de un año con una para la prevención y control de ruidos, que contempla sanciones económicas de hasta 300.000 euros para las infracciones más graves. No obstante, su cumplimiento choca con determinados obstáculos más o menos insalvables. Uno de los principales: la irreductible negativa de algunos colectivos a admitir que sus elevadas inmisiones sonoras puedan ser calificadas como 'contaminación acústica' y, menos aún, con el despectivo término de 'ruido'. Imposible convencer a un aficionado a la música clásica de que escuchar a Beethoven , a volumen casi brutal, pueda ser calificado como ruido. Ya lo decía José Hierro en su poema Beethoven ante el televisor «...Nos sentamos ante el televisor./escuchamos el golpe de la batuta/sobre el atril. Silencio/ y la orquesta rugió./ Entonces Ludwig van Beethoven/ se levantó y apagó el sonido./ ahora sí que el silencio era absoluto. ..»Y qué decir de las bandas de trompetas y tambores de nuestra Semana Santa, algunas convencidas de su inmunidad popular y administrativa, bajo el estandarte de «sin bandas no hay Semana Santa». Imposible explicar a estos melómanos que, aunque parezca mentira, hay vecinos que no comparten su pasión por la clásica y por la Semana Santa y sobre todo, que no la comparten con tapones en los oídos y, a veces, sin pegar ojo.

Hace apenas un año tuve ocasión de visitar la localidad de Casares por motivos profesionales. Tras una agradable comida, la 'comitiva judicial' se desplazó al recinto del Castillo, en cuyo interior, como una isla de cal y flores, hay un pequeño y coqueto cementerio que, según me explicaron mis anfitriones, los vecinos se encargan de cuidar minuciosamente, encalando los nichos, renovando ramos y limpiando y acicalando sus escasas y estrechas calles. Allí me convencí de que los que pretendemos un real respeto del derecho a ser dejados en paz y del derecho a la tranquilidad sonora,-en palabras sorprendentemente cristalinas del Tribunal Supremo-, deberemos reunirnos en los cementerios, aún a riesgo de ser tachados de raros o 'frikis', no ya como integrantes de las distintas asociaciones de amigos de cementerios que proliferan por el mundo, desde el impresionante cementerio de Pere Lachaise de Paris, el más visitado de todos,-por los vivos pues parece que para los muertos ya no hay sitio-, hasta nuestro malagueño cementerio de San Miguel, sino contemplados como reductos últimos de un silencio creador e imprescindible, que ya casi no es posible en las ciudades.

El ruido en las ciudades, proyecto piloto

 

imageCuenca desarrollará un proyecto piloto en UE sobre el ruido en las ciudades

Se trata de una experiencia piloto para las ciudades europeas que tienen en torno a 60.000 habitantes, según ha explicado el alcalde conquense, Francisco Javier Pulido, quien ha añadido que va a tener una duración de dos años y un presupuesto aproximado de 600.000 euros, que serán financiados por la UE.

Pulido ha indicado que lo que se plantea es hacer un mapa del ruido de la ciudad y, a la vez, se va a estudiar una probable modificación de las ordenanzas municipales, para adaptarlas a las perspectivas que vayan apareciendo con el desarrollo del proyecto.

También se incluye la realización de un estudio novedoso sobre la forma en la que influye la velocidad de los vehículos en la generación de ruido que, según Pulido, "es uno de los motivos por los que Europa ha concedido fondos a Cuenca para que desarrolle esta experiencia piloto".

Para su desarrollo, se va a contar con la colaboración de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica en Telecomunicación del campus universitario de Cuenca.

En este sentido, Pulido ha dicho que se está a punto de suscribir un convenio con la Universidad de Castilla-La Mancha, para que este centro universitario asesore técnicamente el proyecto.

Una vez que se firme el acuerdo, se comenzará a trabajar en la configuración del mapa del ruido, en la posible modificación de artículos de las ordenanzas municipales y en el estudio sobre la relación entre velocidad y ruido, ha añadido el regidor. EFE

ABC - 18-02-2010 - (Castilla La Mancha) CIENCIA-TECNOLOGIA,AMBIENTE-NATURALEZA

Expulsado de su casa por ruidoso

 

Un juez condena a un hombre a dejar su vivienda por molestar a los vecinos

PEDRO ESPINOSA - Cádiz – El País - 20/02/2010

CadaPisoAguanteSuRuidoEl silencio dominaba ayer al mediodía el número 3 de la calle Escalzos de Cádiz. Pero durante años el ruido ha sido la peor pesadilla de sus vecinos. Lo provocaba el dueño de unas de las viviendas del tercer piso. Sus gustos musicales y radiofónicos eran conocidos en toda la escalera. Presumía de hacer en su casa lo que quería, en una lista en la que incluía elegir el volumen de sus equipos de sonido fuera la hora que fuera. Pero su fiesta ha terminado. Así se lo impone un juez que le ha condenado a desalojar durante tres años su casa, al considerar totalmente justificada la demanda que le interpuso la comunidad de propietarios por perturbar su tranquilidad y su derecho al descanso.

Alberto García solía ser el protagonista de todas las reuniones de la comunidad de vecinos. Y eso que no acudía a menudo. Pero los inquilinos de las casas más cercanas a su vivienda no podían aguantar más. En todos los encuentros de propietarios e inquilinos, se exponían las molestias que provocaba, se demandaba algún tipo de solución y después de cuatro años de paciencia se decidió acudir a los tribunales. Él nunca desistió de su actitud, a pesar de que la policía local llegó en algún momento a precintar su equipo de música.

Los vecinos, que prefieren guardar el anonimato para evitar represalias, recuerdan que las primeras quejas llegaron hace cinco años, nada más habitarse este moderno bloque de viviendas en el barrio de San José de Cádiz. "Ponía la radio a todo volumen. A veces era de día, otras de noche. Subía también la tele o el equipo de música. Era insoportable", relatan los inquilinos. Así consta en abundante documentación recopilada por la comunidad de propietarios. El denunciado siempre tuvo conocimiento de estas quejas porque se le remitieron varias cartas en la que se le pedía que cesara su actitud.

Los vecinos dieron un paso más y en 2008 comenzaron a denunciarle a la Policía local. Acudieron a las cinco de la tarde, en la medianoche, a las dos de la madrugada. El Ayuntamiento de Cádiz realizó mediciones sonoras, que certificaron que el volumen que salía de la vivienda superaba el límite legal. Los agentes le precintaron su equipo de música el 10 de diciembre de 2008 pero en 2009 el ruido continuó. Y las denuncias también. Al final, desesperados, acudieron al juez.

Fuentes jurídicas explicaron ayer que la sentencia condenatoria que priva el uso de la vivienda a su propietario por el excesivo ruido no es algo extraño. A ello se han acogido numerosas juntas vecinales por las molestias continuadas que provocan determinados inquilinos. Lo recoge el artículo 7.2. de la ley de propiedad horizontal que prioriza el derecho al descanso sobre el de ocupar una vivienda aquel que realice actividades nocivas, insalubres o peligrosas. El juez de Cádiz Pablo Sánchez cita jurisprudencia e impone tres años de privación de la casa, el máximo que permite la norma. "El demandado ha venido perturbando la normal convivencia en el edificio llegando a afectar a la efectividad en el trabajo de algunos de los vecinos al impedirles el descanso", argumenta. La sentencia ha sido recurrida y, mientras la Audiencia Provincial decide, los vecinos suspiran por el silencio.

Leer noticia en Diario de Cádiz: T. Ramos / Cádiz | Actualizado 19.02.2010 - 01:00

 

Ley 49/60 de Propiedad Horizontal

Artículo 7.2

Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas.

El Presidente de la comunidad, a iniciativa propia o de cualesquiera de los propietarios u ocupantes, requerirá a quien realice las actividades prohibidas por este apartado la inmediata cesación de las mismas, bajo apercibimiento de iniciar las acciones judiciales procedentes.

Si el infractor persistiere en su conducta el Presidente, previa autorización de la Junta de propietarios, debidamente convocada al efecto, podrá entablar contra él acción de cesación que, en lo no previsto expresamente por este artículo, se sustanciará a través del juicio ordinario.

Presentada la demanda, acompañada de la acreditación del requerimiento fehaciente al infractor y de la certificación del acuerdo adoptado por la Junta de propietarios, el Juez podrá acordar con carácter cautelar la cesación inmediata de la actividad prohibida, bajo apercibimiento de incurrir en delito de desobediencia. Podrá adoptar, asimismo, cuantas medidas cautelares fueran precisas para asegurar la efectividad de la orden de cesación. La demanda habrá de dirigirse contra el propietario y, en su caso, contra el ocupante de la vivienda o local.

Si la sentencia fuese estimatoria, podrá disponer, además de la cesación definitiva de la actividad prohibida y la indemnización de daños y perjuicios que proceda, la privación del derecho al uso de la vivienda o local por tiempo no superior a tres años, en función de la gravedad de la infracción y de los perjuicios ocasionados a la comunidad. Si el infractor no fuese el propietario, la sentencia podrá declarar extinguidos definitivamente todos sus derechos relativos a la vivienda o local, así como su inmediato lanzamiento.

domingo, 14 de febrero de 2010

Ruidos que impiden el descanso

 

Convivencia Algunos malagueños cuentan su experiencia con vecinos incívicos

Ruidos que impiden el descanso

Tacones sobre el parqué, reformas varias veces al año, pasillos utilizados como pista de carreras son algunos de los actos que los malagueños aguantan de sus vecinos de arriba

Victoria R. Bayona / Málaga | 14.02.2010 - MalagaHoy

El ruido que producen los tacones es bastante molesto para los vecinos del piso de abajo.

"Me va a costar una enfermedad, llevo dos años sin descansar bien". De este modo describe Jesús Díaz la convivencia con sus vecinos del piso de arriba. El único consuelo que le queda es que hace dos semanas probó unos nuevos tapones y ahora empieza a dormir algo más. Todas las mañanas se produce la misma situación, sobre las 6:00 ó 6:30 empieza un movimiento de muebles que dura casi media hora y que acaba por despertar a Díaz. "Creo que tengo un piso patera, porque la gente que entra va cambiando y hay épocas del año en las que se concentra un mayor número de personas", asegura, por lo que probablemente el ruido se produzca al recoger "todas las camas". Además, las reformas son constantes, dos o tres veces al año, "es como una maldición", añade este malagueño. Por eso, busca un nuevo piso al que mudarse, a pesar de llevar casi toda su vida viviendo en Héroe Sostoa, mientras se lamenta de que no haya una ley más dura que ampare a "los ciudadanos cívicos". A pesar de todo, lo que sí logró es que la dueña del piso dejara de usar tacones.


Después de un año de adivinar la zona de la vivienda por la que caminaba, Jesús Díaz se decidió a subir y a pesar de que le aseguraron que "ellos no eran los que hacían ruido", a la mañana siguiente los tacones desaparecieron. Como él muchos malagueños sufren ruidos por parte de sus vecinos que les evitan descansar y tener una convivencia cívica, pero ¿realmente somos conscientes del ruido que hacemos, de las molestias que podemos llegar a causar? La primera vez que Ana Romero descubrió que sus vecinos de arriba eran algo descuidados fue durante unas vacaciones de verano en las que dejaron conectado un despertador eléctrico que sonaba a partir de las 7:00. Como en la vivienda no había nadie sonaba varios minutos seguidos durante horas. "Era horrible, no podíamos dormir a partir de esa hora". A pesar de que a su regreso, ella y varios vecinos a los que también había molestado se quejaron, "cada fin de semana que salían de viaje, volvía a pasar lo mismo". Después de insistir mucho consiguió que dejaran de utilizar el despertador.


Pero ahí no terminó la cosa. Esta misma vecina tiene dos niños pequeños y para ellos el pasillo se convierte en una pista de carreras. Los patinetes no dejan de rodar desde que los niños llegan del colegio, acompañados de un buen número de canicas. "Puedo soportarlo durante toda la tarde, pero considero que a partir de las 22:00 deberían empezar a tener más cuidado con ese tipo de ruidos, sobre todo teniendo en cuenta que a los pequeños hay que acostarlos temprano", explica Ana Romero.


A Antonio Sánchez los ruidos que más molestias le causan son los de sus vecinos cuando mantienen relaciones sexuales. "Comprendo que estén enamorados y se lo demuestren, pero lo que no entiendo es que formen un escándalo cada vez que deciden hacerlo", asegura. Para poder conciliar el sueño, Sánchez ha insonorizado su dormitorio y aunque el sonido todavía se cuela, confiesa que al menos puede volver a descansar.


El caso de Manuel Arias es cuanto menos curioso. Durante años ha convivido con un local de alterne debajo de su balcón con ruidos "insoportables" todas las noches y hace unos meses decidió empezar una nueva vida en la calle Strachan. Antes de trasladarse comprobó que fuera un piso silencioso e incluso colocó una doble ventana en el salón. Pero para su sorpresa, a pesar de ser un bloque con pocos vecinos, hace unas noches ni él ni su novia pudieron dormir por los ruidos que provenían de alguno de los pisos. "Era como si alguien se lamentara a voces", comenta. A la mañana siguiente Arias se dispuso a buscar a los causantes, por lo que acudió al piso de abajo. La mujer que le abrió la puerta, lo negó todo e incluso le dijo que no había pasado la noche allí. "Espero que no vuelva a pasar", concluye Arias.

“Poca broma con el ruido, que te juegas la carcel”

 

El exceso de ruido puede equipararse a una agresión física

Feb14 – ForosHispasonic

El Tribunal Supremo de España confirmó una sentencia en la que el ruido se consideró como un delito de lesiones, y no de falta como había sucedido hasta ahora. El ruido, ahora, puede ser considerado un arma para provocar lesiones, como un cuchillo.

Un fallo de la Audiencia de Barcelona de enero de 2009 condenó a cinco años y medio de prisión a  María del Carmen Ahijado, la propietaria del pub Donegal en el casco viejo de Barcelona, que sin permiso administrativo alguno instaló un sistema de sonido en su local que, de nueve de la mañana a tres de la madrugada "ha perturbado gravemente la vida familiar y la salud física y psíquica" de los denunciantes, según recoge esta sentencia.

El Tribunal Supremo ahora confirma que los excesos acústicos provocaron al matrimonio víctima un trastorno depresivo ansioso que requirió tratamiento a base de ansiolíticos. De hecho, uno de los afectados todavía sigue con tratamiento farmacológico al degenerar su estado en una "fobia acústica".

El abogado Luis Gallardo, al frente de la Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCA), expresaba a ABC.es su satisfacción por un fallo que no sólo reconoce la tesis de sus defendidos, sino que se convierte en una poderosa arma para luchar a partir de ahora contra los agresores acústicos. "En algunos casos ha bastado con mencionar la posibilidad de interponer una demanda penal para que el propietario de un pub o bar ruidoso ponga arreglo", explica. "La sentencia del Tribunal Supremo es una advertencia. Poca broma con el ruido, que te juegas la cárcel", añade.

"Sentencias como esta -insiste el abogado Gallardo- consiguen lo que nuestra asociación y cualquier médico, proclaman, que el ruido puede ser un arma muy eficaz para causar lesiones, como puede ser un cuchillo. La diferencia con una herida física es que esta puede curarse, una herida psíquica tiene una cura más difícil, como demuestra el caso de mis defendidos".

sábado, 13 de febrero de 2010

Opinión: Decibelios

OPINIÓN  -  Decibelios

Respecto al ruido, da la sensación de que el Ayuntamiento mata moscas a cañonazos

Albert Gimeno | 12/02/2010 | LaVanguardia

El control del ruido se ha convertido en una preocupación de los ayuntamientos, presionados por la protesta ciudadana. Hubo un tiempo en el que la sinfonía de bocinas y algarabías callejeras pertenecía a la postal habitual de ciudades, como por ejemplo en Barcelona. Las cosas han cambiado. La calle no tiene ahora ese claxon canalla ni la despreocupación por el decibelio en horario laboral, pero ha engordado la carga molestosa del estruendo a horas intempestivas.

El Ayuntamiento presentó ayer un plan para el nuevo decenio con el objetivo de amainar cualquier filón de protesta por vía auditiva. Entre los objetivos, adquiere especial importancia atar corto de nuevo a los automovilistas. Quizás las estadísticas indiquen que el principal foco de molestia decibélica proviene del asfalto pero tengo la sensación de que la mayor parte de ciudadanos de lo que está harta es del incordio que provoca el ruido de un local, un piso de vecinos, una brigada de albañiles o el concierto de pito que ofrecen al respetable los aspirantes a guardias urbanos cuando hacen prácticas en una esquina de la ciudad.

Respecto al ruido da la sensación que se matan moscas a cañonazos. O dejamos que la ciudad sea un amplificador constante, o cerramos el grifo y llegamos a cerrar un bar porque un vecino se quejaba de que le molestaba el ruido de la cisterna del váter. Quizás sea ese genio latino tan radical que anida en nuestro interior el que nos bambolea sin control entre el blanco y el negro pero sería recomendable un poco de sentido común. El exceso hay que combatirlo pero tampoco podemos convertir a esta ciudad en un decorado con sordina. Personalmente, creo que molesta más la pandilla de turistas ebrios que atraviesa de madrugada la puerta de un local nocturno para comentar animadamente la jugada en la calle, que el tráfico de vehículos en la ronda.

Por ese motivo quizás sería más conveniente invertir un poco más para mitigar lo que ocurre a pocos metros de donde viven los vecinos que por donde circulan los vehículos, a mucha más distancia de las viviendas. A lo mejor hay que pagar más horas extra a los urbanos para que paseen por delante de las zonas de ocio de la ciudad para dispersar a los parlanchines beodos.

También estaría bien conseguir un cambio normativo para evitar que quienes tienen un piso okupado martilleen a sus vecinos con sus bacanales acústicas, como ocurre desde hace tiempo en la avenida Mistral.

Y por qué no hablar de los famosos pisos de estudiantes que parecen elefantes cuando caminan de madrugada en su vivienda y se convierten en máquinas expendedoras de ruido sin ningún tipo de control, porque la presencia de la policía es un antídoto inútil. En cambio, la presión de la ley se ceba a veces en pequeños bares con un tipo rasgando las cuerdas de una guitarra porque a un vecino se empecina en arruinarle la vida al propietario.

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domingo, 7 de febrero de 2010

Los límites de la autoridad docente

 

Debate sobre el sistema educativo

Los límites de la autoridad docente

Levante – 07-02-10

Los representantes de los tres pilares básicos de la educación -profesores, padres y alumnos- coinciden en la percepción de que el sistema educativo tiene problemas -convivencia, fracaso escolar, figura del maestro- y debe mejorar, pero discrepan en el cómo hacerlo.

Gemma Piqué, Sofía Mangiagli y Vicent Baggetto, durante el debate sobre el sistema educativo celebrado en Levante-EMV.

Gemma Piqué, Sofía Mangiagli y Vicent Baggetto, durante el debate sobre el sistema educativo celebrado en Levante-EMV. ignacio hernández

MAITE DUCAJÚ VALENCIA El portavoz de los directores de los institutos de Secundaria, Vicent Baggetto; la presidenta de los padres de alumnos de la escuela pública, Gemma Piqué, y la de la Federació d'Estudiants, Sofia Mangiagli, han analizado en un debate organizado por Levante-EMV el estado del sistema educativo en la Comunitat Valenciana desde la perspectiva de la nueva figura de la autoridad docente.


AUTORIDAD EN LAS AULAS


Vicent Baggetto. Hay varios tipos: el respeto que el profesorado se gana día a día con los alumnos y el que se gana con la experiencia y esfuerzo, aunque hay quienes no lo logran en la vida. Otra cuestión es la cobertura jurídica ante una agresión. Ahí es donde la cosa flojea porque o no la conocemos o no sabemos dónde acudir. La figura jurídica reconoce la condición de autoridad pública y comporta la presunción de veracidad. En casos muy conflictivos, de palabra contra palabra, es dónde opera. Se entiende que el funcionario, profesor, expresa la veracidad del hecho.


Gemma Piqué. Creemos que no hacía falta llegar tan al límite como el Decreto de derechos y deberes de la Conselleria de Educación. La autoridad es el prestigio que se gana una persona. Padres y madres deben enseñar que a los maestros se les ha de respetar y apreciar porque son personas que están haciendo de tu vida un futuro. Ante esa virtud hay que enseñar a los hijos que el respeto está por encima de todo. Pero no entendemos el autoritarismo, la fuerza, el poder. Está claro que si hay un problema entre un maestro y un hijo o entre un profesor y una madre tiene que haber una reglamentación para que se pueda trabajar. Pero de eso a que el profesor tenga la última palabra... Es muy importante saber resolver conflictos y que cada uno diga su opinión. Con autoridad creo que no se enseña bien. Además, se habla mucho de la defensa del profesor, pero no de la defensa del alumno. Al maestro se le da autoridad para decidir por encima de los otros y eso me preocupa.


Sofía Mangiagli. Estamos en la misma línea que los padres, creemos que debe haber unas medidas pero con un límite. Si la última palabra la tiene el profesor, aunque el alumno tenga la razón, no hay justicia. La autoridad se le aplica a un profesor por medio de un decreto cuando la autoridad se la tiene que ganar, no se tiene que imponer.


PERDIDA DEL RESPETO


S. M. Puede ser, pero se tiene que dejar al alumno que participe en el centro, así mejora la convivencia y la relación de profesores y alumnos. Lo que hace falta es más inversión en la educación.


G. P. Si no analizamos la propia sociedad en que vivimos, mal vamos. Hemos pasado del autoritarismo a una permisividad total. Del todo se hace por decreto ley al todo vale. Hemos de saber llegar a un punto intermedio. Hace falta formación. Los padres no deben sacar las castañas del fuego al hijo, debe protegerlo y educarlo. Las normas de convivencia las deben crear las propias personas que las ejercen. Así, nadie diría nada. Eso significa convivencia, y no el decreto ley. El profesor tiene más herramientas para aplicar la autoridad en la clase, pero al alumno le da igual porque dice: "cojo a mi madre y viene aquí". Tenemos que sentarnos a dialogar.


V. B. Las tareas de mediación tienen toda la razón pero previamente debe haber un conjunto de medidas. El decreto supone un avance muy flojo respecto a la situación anterior. La Generalitat no dota a las direcciones de los centros de mecanismos ágiles. Continúa siendo garantista porque no hizo caso al informe que escribimos en su momento. Deja posibilidad de presión sobre el sistema, en este caso a las familias, que en mi opinión es excesiva. Dota de herramientas, pero continuamos con la manos atadas a la hora de hacer planteamientos. Como directores, reclamábamos una actuación mayor. No está claro cuál es el marco de actuación. Si yo me paso, hay quien me pide cuentas y me parece muy bien. La situación ha cambiado. La educación básica es obligatoria hasta los 16 años y estudia prácticamente todo el mundo. Pero antes venía un padre y aconsejaba al profesor dar dos bofetadas al hijo y, ahora, inmediatamente te denuncian.


S. M. En el caso extremo de tener que expulsar a un alumno, hay que prevenir antes de llegar a eso. Fomentar la convivencia.


G. P. Hemos de llegar al punto medio, ser permisivos y autoritarios. Llegar a acuerdos. Los hijos han de asumir las consecuencias de sus actos. Y los padres deben enseñar a respetar. Al final, en el día a día, cuando un profesor llega a clase, se arremanga y se gana el respeto, no hay tanto conflicto como cuando los profesores aplican el decreto ley: "porque yo lo he dicho".


EL PROFESOR COLEGA


V. B. Para nada.


G. P. Y los padres, tampoco.


S. M. No es que sean amigos, pero deben hacer caso a los alumnos. Cuando un compañero dice porqué hay que hacer esto y se le dice que el reglamento del centro está redactado por nosotros, lo hace. No porque lo impongan.


V. B. Me parece bien, pero hay que asumir que la relación formal de alumno/profesor ha cambiado. Ni el profesor puede volver a ser figura impositiva ni puede recuperarse el modelo del colegueo, agotado hace años, y que tuvo su momento histórico y sus motivos. Hay profesores que tienden a una cierta imposición entre comillas -en el sentido de que la figura impone autoritariamente- y otros, que sin el colegueo de los ochenta, tienen más proximidad con el alumno, por edad o carácter, por conexión. Creo que llegaremos a un modelo intermedio. Por otra parte, los actos que se hacen tienen consecuencias y eso el alumno de hoy en día no lo entiende.


S. M. No estoy en contra de un profesor con autoridad, pero con límites. Prefiero un profesor guay, que te dé confianza, a que te imponga y haya que respetarlo porque sí. Aprendo más del que me hace partícipe que del que echa el rollo y luego se va.


S. M. Decir que ahora nos hemos hecho vagos es la respuesta fácil al fracaso escolar. La educación no sólo es responsabilidad de los padres, sino también de toda la sociedad. Si un alumno no tiene ganas de ir al centro, o no se lleva bien con los profesores, y no siente ese proceso de educación que está viviendo, deja de acudir. Se nos tiene que dar confianza.


G. P. Antes, para aprender o ibas al colegio o no sabías. Pero ahora la vida te ofrece muchos mecanismos para aprender. Todo lo que te tengan que enseñar te lo encuentras en un ordenador. La formación del profesorado en nuevas tecnologías es muy importante.


V. B. Continúa habiendo una parte de transmisión del conocimiento que no se perderá nunca y, sobre todo, la capacidad de selección, de elegir información que está al alcance de casi todos, ayudar a seleccionar, focalizar. Y eso se puede ligar perfectamente con la cultura del esfuerzo del que hablamos. Lo que hay que exigir es una respuesta que esté basada siempre en el trabajo personal. Sin codos, no hay éxito educativo. El ambiente que se respira en la sociedad es que "ya me lo darán hecho", y así no vamos a ningún lado.


S. M. Pero el profesor debe motivar al alumno para que no baje los trabajos de internet.

sábado, 6 de febrero de 2010

El Tribunal Supremo reconoce que causar ruido constituye delito de lesiones

 

Confirman una condena

El Tribunal Supremo reconoce que causar ruido constituye delito de lesiones

   MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS)

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena dictada en enero de 2009 por la Audiencia Provincial de Barcelona que condenó la propietaria de un local del Raval a cinco años y seis meses de prisión y al pago una multa de 11.250 euros por un delito contra el medio ambiente en concurrencia ideal con tres delitos de lesiones, por los daños psíquicos que causó a sus vecinos, quienes sufrieron insomnio, estrés y depresión.

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   Se trata de la primera ocasión en la que el alto tribunal declara que causar ruido constituye delito de lesiones, después de que el pasado 2 de diciembre reconociera por primera vez una situación parecida respecto de otra discoteca, esta vez situada en el barrio de l'Eixample de la Ciudad Condal, si bien en esta otra ocasión la condena fue a cuatro años de cárcel y los hechos se calificaron de falta, no de delito.

   En esta ocasión, la sentencia se refiere a una situación que se remonta a abril de 2005, cuando los vecinos denunciaron por primera vez el ruido excesivo del local, situado en la calle Nou de la Rambla. Desde entonces y hasta mayo de 2006, la Guardia Urbana hizo diez inspecciones, los técnicos municipales realizaron cinco mediciones --registrando hasta 43,7 decibelios, cuando el límite es de 35_y el Ayuntamiento de Barcelona dictó cuatro órdenes de clausura, que la acusada quebrantó tres veces.

"METODO DE TORTURA"

   El tribunal de la Audiencia de Barcelona que juzgó a María del Carmen A.V., la antigua propietaria de este local, señaló en su sentencia que el ruido se utilizó "como método de tortura y hasta para conseguir el enloquecimiento de las personas".

  Ahora, en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado del Tribunal Supremo Siro García, se confirman todos estos extremos y se rechazan una a una las alegaciones presentadas por la condenada contra el fallo de Barcelona.

   El local ya ha solucionado los problemas por los que fue denunciado a través de medidas correctoras pactadas con los mismos vecinos que le denunciaron, según informó la Federación Catalana de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm) tras conocer el fallo de la Audiencia de Barcelona.

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